Nos juntamos un grupo reducido,
aprendiendo en primera persona a no dejarnos llevar por las
expectativas, aprendí que un gran número de participantes no asegura un
aprovechamiento, un éxito.
Ayer en un pequeño círculo cuatro
personas abrieron sus corazones, y se generó un ambiente de
intimidad y calidez apropiado para un enriquecimiento mutuo.
Compartimos nuestras experiencias en el camino, nuestras vivencias,
aprendizajes sobre la vida, sobre el amor.
Cada uno tiene su propio camino, sus
propios aprendizajes pero compartiéndolo de esta manera podemos
encontrar un gran nexo común, podemos identificarnos y empatizar con
nuestro hermano de camino.
Salieron ideas acerca de la vida como
una constante búsqueda, qué buscamos, el Amor, vivir en el amor,
la aceptación, el vivir con amor en la vida pasa por amarse a uno
mismo, para irradiar luz al mundo antes tiene que brillar la luz en
tu corazón.
Buscar la sencillez, sentir con el
corazón...
Ayer pese a estar disperso con el resto
de tareas del árbol de la vida, senti de verdad estar delante de
tres hermanos/as, tres personas hermosas, que inundaron de amor este
espacio.
Muchas gracias.
Muchas gracias Manuel por tus sentidas palabras. Has hecho un resumen precioso.
ResponderEliminarTambién yo salí del encuentro muy reconfortado y agradecido; puedo asegurar que aprendí unas cuantas lecciones que espero no olvidar, además de haber tenido el privilegio de haberme hermanado aún más si cabe con tres personas a las que admiro profundamente.
Yo lo voy a resumir en pocas palabras: Todos buscamos una sola cosa: EL AMOR INCONDICIONAL, el regreso al Hogar.
Y es un lujo compartir esta búsqueda con almas como vosotr@s.
GRACIAS.
Manuel, Pedro, me identifico plenamente con lo que habéis expresado.
ResponderEliminarEncantado de seguir compartiendo mi vida con vosotros y los valientes que se quieran sumar.
Un cálido abrazo para cada uno de vosotros.
Noel.